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Aunque es más moderna y sofisticada, la Honda RC45 que hizo Campeona del Mundo de Superbike John Kocinski no se valora tanto. Una clásica vendida por 35.000 euros.
Es otra de las deportivas míticas de los años 1990: la Honda RC45 o RVF 750, con la que John Kocinski consiguió el Mundial de Superbike frente a las todopoderosas Ducati bicilíndricas (de mayor cilindrada), y que ganó todas las ediciones de las 8 Horas de Suzuka en las que participó (1994 a 1999). Pese a su alto precio cuando era nueva (algo más de 18.000 euros de 1994, más de tres millones de pesetas) no se cotiza tanto como la RC30 hoy en día: esta se subastaba y la puja más alta (35.000 euros) no llegó al precio de reserva (esperaban sacar más). Procedía de un coleccionista británico y sumaba poco más de 20.000 km de marcador, con alguna pequeña marca estética pero en buen estado, y revisada a fondo antes de la venta.
Si la Honda RC30 (o VFR 750 R) marcó un hito único en el mundo de las motos deportivas, tanto de calle como de competición, el dominio de las Ducati en el Mundial de Superbike empujó a Honda a sacar otra deportiva de calle en serie limitada. La RC45 (o RVF 750) marcó otro hito, pero no fue tan revolucionaria como su antecesora RC30: con idéntica definición (motor V4 con cascada de engranajes, chasis doble viga de aluminio y monobrazo trasero) era más refinada en muchos aspectos. Montaba curiosamente de serie llanta delantera de 16 pulgadas y trasera de 17, todavía algo reminiscente de la primera CBR900RR, cosas de Honda…
El motor era totalmente nuevo, más compacto y ligero que la anterior generación V4, y luego sirvió de base para las VFR 800 de calle (hasta las VTEC aunque éstas sin engranajes de distribución). Usaba inyección electrónica (algo muy nuevo en 1994) y la moto, que no era barata (costaba el doble que una deportiva de la competencia…) tenía varios “kit” de preparación que multiplicaban el precio. Pero era más que una deportiva de calle, era una “carreras cliente” con luces y matrícula, y su limitada fabricación y buen rendimiento en competición la convirtieron en muy deseada. Ahora, tantos años después, se valora pero viendo los precios de las pujas parece que menos que las más antiguas RC30...
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