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Este modelo de 1984 fue la primera moto de serie propulsada por un motor tetracilíndrico en línea con refrigeración líquida y 16 válvulas, el resto es historia…
La película Top Gun, la original de 1986, convirtió en icónica a la Kawasaki GPZ900R, un modelo ya de por sí excepcional que en su época se ganó a pulso entrar en la historia del motociclismo. La ayuda de Hollywood lo único que hizo fue que la Ninja sobrepasase el estrecho límite de los aficionados a las motos y llegase a un público muy amplio. No hay que olvidar que estamos hablando de mitad de los años 80, una época en la que no existían los teléfonos móviles, apenas sabíamos lo que era internet, los cines se llenaban y Netflix ni estaba ni se le esperaba.
El filme de Tony Scott (hermano de Ridley, director de Alien y Blade Runner, entre otras joyas), tiene como banda sonora la canción del grupo estadounidense llamado Berlin, titulada Take My Breath Away (Déjame sin respiración) que se podría interpretar al pie de la letra. Así es como dejó al mundo de las dos ruedas la llegada de la Kawasaki GPZ900R, un modelo digno de la marca que en 1971 destronó a la Honda CB750 con su Z1.
La japonesa (también conocida como ZX900A o Ninja 900) llegó al mundo en 1984 y, a pesar de tener casi 30 años, ha envejecido muy bien (al menos a nuestros ojos). En no pocas ocasiones el paso del tiempo es como una losa que destruye lo que en otra época fue atractivo y fresco. Por fortuna no es el caso de la Ninja 900, con su afilado carenado, rueda delantera de 16 pulgadas, motor tetracilíndrico medio al descubierto y decoración en rojo y negro.
El propulsor era digno de Kawasaki, la marca más gamberra de las fábricas japonesas. Nada menos que el primer tetracilíndrico en línea de 16 válvulas y refrigeración líquida producido en serie. Un avión de 115 CV y 243 km/h, ejemplo de una época en la que todavía las autoridades era algo permisivas con la velocidad máxima.
La unidad que ves aquí es de 1984 y la vende la casa de subastas iconicmotorbikeauctions.com . Llegó a Estados Unidos procedente de una colección sudafricana. El actual dueño la compró en marzo de 2022 y no solo la ha puesto al día sino que le ha añadido algunos accesorios para dejarla a su gusto. Se limpiaron los carburadores (en aquella época las motos no tenían inyección electrónica), además de arreglar los intermitentes, pinzas de freno, embrague, y motor de arranque. El escape no es de serie, sino un muy americano Kerker que puede no ser del agrado de los más puristas.
La Ninja 900 se encuentra en Santa Mónica (California) y, en el momento de escribir estas líneas, la puja iba por 10 100 dólares, no mucho si tenemos en cuenta que estamos hablando de una moto que te dejará sin respiración…
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