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En el Salón de Tokio de 1969 Yamaha presentó la XS-1, su primer modelo grande con motor bicilíndrico de 4T y 650 cc.
Las marcas japonesas han alcanzado tal grado de sofisticación y desarrollo que es fácil olvidar que hace medio siglo la mayoría de los expertos se reían de los productos japoneses, meras copias de la tecnología occidental. Pues bien, de aquellos polvos han venido estos lodos. En los años 90 o incluso antes, Honda, Kawasaki, Suzuki y Yamaha (por estricto orden alfabético) dominaban el mercado global y a los expertos se le había helado la sonrisa.
En el caso de Yamaha hubo un modelo que marcó un antes y un después, una moto que ponía contra las cuerdas a lo mejor de la industria occidental y en especial a las marcas británicas. Nos referimos a las Yamaha XS-1 que en 1969 debutó en el Salón de Tokio.
La marca de los diapasones fabricaba modelos de 2T pero la llegada de la Honda CB750 Four en 1968 y de la Kawazaki Z1 en 1972 cambió para siempre la historia del motociclismo. Yamaha no se podía quedar atrás y su respuesta fue la XS-1, una bicilíndrica en línea refrigerada por aire y con una cilindrada de 650 cc. Un modelo que suponía otro torpedo a la línea de flotación de marcas como BMW, BSA, Norton y Triumph.
A diferencia de Honda y Kawasaki, al fabricar su primera moto grande Yamaha no puso el énfasis en alcanzar las mejores prestaciones del mercado, sino en ofrecer un modelo que en calidad compitiese con lo mejor que Europa tenía en ese momento.
El mundo motociclista estaba impresionado con los nuevos tetracilíndricos de Honda y Kawasaki, por lo que la Yamaha XS-1 no gozó de la atención que quizá merecía. El modelo japonés estaba inspirado en las motos británicas de la época pero no era ninguna copia. Enseguida llegó la XS650E, ¡con arranque eléctrico y disco delantero! Una enorme sofisticación a comienzos de los años 70. Para el importante mercado gringo la compañía japonesa diseñó con XS650 Special, con manillar tipo cuerno de vaca, asiento de dos alturas, rueda trasera de 16 pulgadas y estética custom. La Special fue un éxito instantáneo en Estados Unidos, lo que llevó a las otras tres marcas japonesas a ofrecer también una custom para el otro lado del charco.
Sobre la sólida base de la XS-1 la marca de los diapasones construyó toda una gama de motos, primero de tres cilindros y luego, por fin, tetracilíndricas.
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Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.
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