La publicación digital del motociclismo
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La mayoría de nosotros conocemos, con mayor o menor detalle, la historia de Soichiro Honda. El hombre que se atrevió a soñar y convirtió sus sueños en realidad. El hiperactivo personaje creo la mayor compañía de motos del mundo y la séptima en lo que respecta a los automóviles, por detrás de Volkswagen, Toyota, Stellantis, Mercedes-Benz, Ford, y BMW.
Lo que no es tan conocido es que Soichiro Honda no alcanzó su sueño solo, sino que contó con la inestimable ayuda de Takeo Fujisawa, el encargado de las finanzas y de montar una eficiente red de vendedores. Honda se dedicó a su fuerte, la ingeniería, sabiendo que los números iban a cuadrar gracias al buen hacer de Fujisawa.
Estos hombres fueron dos personalidades muy diferentes. Soichiro bajo y calvo, mientras que Takeo, cuatro años más joven, era alto y con una mata de pelo que despertaría la envidia de todos aquellos que tenemos la frente despejada. Takeo Fujisawa basó su estrategia profesional en la siguiente filosofía: decir siempre la verdad. Si un producto se iba a retrasar, en vez de contarle una milonga al cliente, no solo le explicaba las razones del problema y le pedía perdón, sino que además ofrecía una solución. Este modus operandi hizo que se ganara la confianza de todos los que trabajaron con él.
Al comienzo de su colaboración, Soichiro Honda le dijo: “Si formamos esta sociedad, yo seré el ingeniero y no quiero que te entrometas en las decisiones de lo que vamos a fabricar. A cambio dejaré en tus manos todo lo relacionado con el dinero”.
La marca estaba preparándose para el desembarco en el mercado estadounidense, lo que la podría convertir en una compañía global, pero antes los motores debían pasar las normas anticontaminación americanas. El departamento de I + D le había dicho que había que empezar a usar la refrigeración por líquido pero Honda no quería. Así que un día Fujisawa le preguntó: “Honda-san, ¿eres el presidente o el ingeniero?”. “Imagino que el presidente”, contestó Soichiro. “Entonces, ¿vas a dejar que el equipo trabaje en motores refrigerados por líquido?”. Así fue cómo consiguió que Soichiro Honda diera su brazo a torcer. Acto seguido Fujisawa concluyó: “Quiero que sepas que el día que tú te retires, lo haré yo también”.
Takeo Fujisawa falleció el 30 de diciembre de 1988 y durante su funeral Soichiro Honda dijo: “Quiero darte las gracias por haber hecho que mi vida haya sido tan feliz”.
Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.
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