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La Bimota DB1 fue la primera moto 100 por ciento italiana producida por la marca, y su éxito salvó a la compañía de la bancarrota.
La Bimota DB1 llegó al mercado en 1985 y fue la primera moto creada por Federico Martini. El motor elegido fue el de la Ducati Pantah 750 (de ahí viene la D) y estamos ante un modelo especial por varias razones, por ejemplo, por tratarse de la primera Bimota 100 por ciento italiana. Otra de sus señas de identidad fue la estética que en aquella época se llamó “aero”, es decir, con un carenado totalmente integral que impedía ver el motor. Un lenguaje estético que luego fue adoptado por la inolvidable Ducati Paso o la Honda CBR600. En los seis años en los que se fabricó, Bimota vendió más de 500 unidades, la mayoría de ellas para el mercado japonés.
Si nos lees con asiduidad sabrás que siempre decimos que el concepto de belleza es algo subjetivo. Dicho lo cual, la Bimota DB1 es considerada por muchos como una de las motos más bonitas de los años 80. Una opinión que compartimos con humildad.
El modelo iba a ser el fruto de la colaboración entre Ducati y Bimota, un proyecto dirigido por Federico Martini, que había trabajado en Ducati como ingeniero. En el desarrollo se volcaron Giuseppe Morri y Federico Martini, después de que Massimo Tamburini hubiese dejado la compañía. Ducati debía haber contribuido con el 50 por ciento del presupuesto para el desarrollo del modelo, pero diferencias personales entre los ejecutivos de ambas compañías hizo que la marca de Bolonia se retirase del proyecto. La DB1 estuvo a punto de morir incluso antes de nacer. Por suerte para todos nosotros, los responsables de Bimota continuaron adelante con el proyecto.
La moto que ves aquí la subastaba iconicmotorbikeauctions.com, la empresa californiana especialista en venta de motos especiales. Se trata de una Bimota DB1 de 1987 y en el odómetro muestra 9321 km. El vendedor asegura que la unidad ha sido restaurada por completo: motor, suspensiones, carrocería, etc. La moto está en Perth (Australia) y en el momento de escribir estas líneas, cuando faltaba un día para que terminase la subasta, la puja iba por 16 110 dólares (15 057 euros). Pensamos que no es mucho dinero para tratarse de una de las motos más importantes de la historia de Bimota y que salvó la vida a la compañía.
Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.
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